Vamos analizar la palabra traición. La R.A.E dice lo siguiente: traición es la falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.
Ahora quiero conectarlo con la relación que tenemos con nosotras mismas. Cómo nos hablamos. La falta a nuestra palabra.
¿En qué te has traicionado?
Puedo asegurarte que en algún momento en tu vida has traicionado tus valores, tus ideales, quizá has traicionado tus metas, objetivos e incluso tus sueños más profundos. Consciente o inconscientemente.
¿Y Por qué lo hacemos?
Obviamente por muchas razones que te voy a explicar en detalle un poco más adelante.
Ahora me gustaría que hicieras una lista de todas las cosas en las que te has traicionado. Por ejemplo: una llamada que no hiciste, una cita a la que no te presentaste, quizá esa mentira que no has dejado de decir, el perdón que nunca diste…
Pregúntate: ¿Qué sueño has traicionado? Y ¿por qué?
Una de las razones es el miedo. Y me dirás ¿miedo a qué?
El ser humano tiene muchos miedos y en este caso que estamos hablando de la traición me voy a enfocar en el miedo a no ser suficiente.
¿Cuántas veces nos hemos traicionado por ese miedo?
¡Uff!! Seguro que muchísimas.
Lo hacemos y esa infidelidad nos hace sentir muy mal, al no cumplir aquello que deseamos por no ser suficientes. Sólo el hecho de pensar que no somos suficientes, hace que nos quedemos en el engaño y por ello apartamos el logro de las metas. Otro miedo que aparece a la hora de poner un objetivo es el miedo a no lograrlo, con lo cual lo dejamos de hacer o lo abandonamos.
Asimismo otro miedo es no encajar en el grupo, entorno, familia, sociedad y también está conectado a no ser suficiente, esa expectativa que nos creamos de lo que esperan de nosotros y lo que esperan que logremos.
Son tantas cosas las que se mezclan ahí. De verdad, estaría genial cuestionarlas.
Esos miedos nos limitan y eso hace que nos estemos traicionando todos los días.
Igualmente nos traicionamos por la falta de merecimiento, por una falta de control neuronal y control emocional.
Quizá pensamos que no es para nosotros, que no merecemos una vida extraordinaria. Que no merecemos los resultados que queremos tener, que no merecemos la realidad en la que estamos viviendo. No merecemos tanto dolor, tanta infidelidad.
Todo esto nos afecta muchísimo a la hora de lograr los resultados que deseamos o que queremos conseguir.
Nos estamos traicionando a cada momento y al final del día todo eso se conecta y te roba mucha energía. Y no sólo eso afecta a tu comportamiento, a tu entorno.
Te invito a que analices cuantas veces te has traicionado y cuantas veces has querido dejar de hacerlo.
¿Quieres saber cómo puedes hacer para dejar de traicionarte?
Estupendo. Allá voy.
Te hablo desde mi experiencia y lo que mejor me ha funcionado a mi es parar, parar, y después cuestionar. Claro. Me dirás, parar ¿El qué?
Parar de decir cosas que no vas a cumplir. De engañarte sobre lo que te pasa. Dejar de faltar a tus compromisos. Dejar de procrastinar. De ser infiel contigo misma. De abandonar tus metas. De no poder cumplir con tu sueño más profundo. Dejar el auto-sabotaje.
Te entiendo y sé que no es fácil. Ahora es momento de parar y reparar esa traición.
Si no hiciste la lista que te propuse al principio del artículo. Te invito a que encuentres el momento de hacerlo.
Creo en ti y en tu grandeza.
Gracias por leerme.